Este año también se celebró en Chile la Semana de la Cocina Italiana en el Mundo con un amplio programa de actividades organizadas por la Embajada de Italia en colaboración con el Instituto Italiano de Cultura de Santiago. La iniciativa se inauguró los días 16 y 17 de noviembre, con un evento urbano en el corazón del Barrio Italia, barrio histórico de Providencia, donde más de 70.000 participantes pudieron asistir a eventos, actuaciones musicales y talleres de cocina, degustar productos y aprender más sobre la gestión de residuos orgánicos y la sostenibilidad. El personal de la Embajada y del IIC también participó con dos stands dedicados a difundir información sobre sus respectivas actividades e iniciativas, incluidos cursos de italiano.
El 19 de noviembre, en la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile, se celebró un seminario sobre los beneficios de la Dieta Mediterránea en términos de salud, bienestar psicológico y sostenibilidad, que se complementó con dos masterclass de cocina italiana impartidas durante la semana por el chef Niccolò Giacometti. Una dedicada a los ganadores de un concurso lanzado en las redes sociales de la Embajada y otra dirigida a jóvenes con discapacidad intelectual del Centro de Capacitación Laboral D-84. También hubo numerosos eventos organizados por la Asociación Verace Pizza Napoletana, entre ellos una masterclass de pizza napolitana en la Residencia de la Embajadora de Italia en Chile, destinada a celebrar el arte del “pizzaiolo”, reconocido por la UNESCO en 2017 como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Además, se escribió un nuevo capítulo en la historia de la Verdadera Pizza Napolitana con el nacimiento de la delegación latinoamericana de la AVPN.
El programa se enriqueció con las iniciativas organizadas en el Instituto Italiano de Cultura de Santiago: la proyección de la película «Focaccia Blues» y la inauguración de la exposición «120 fotografías para 120 años», dedicada a la emblemática comunidad italiana de Capitán Pastene, localidad de la Araucanía donde se asentaron a principios del siglo XX unas 80 familias procedentes de los Apeninos de Módena, cuyos descendientes aún conservan y potencian las tradiciones gastronómicas emilianas en el sur de Chile.
Para cerrar esta intensa semana, un evento dedicado a la icónica Vespa en la Residencia de la Embajadora, donde los participantes pudieron compartir la pasión por este emblema italiano, acompañados de música y comida del Belpaese.
«El amor y afecto que gira en torno a la gastronomía italiana, considerada una excelencia mundial, es realmente fuerte en Chile. Mantener esta cercanía y alimentar el intercambio cultural entre las comunidades de Chile e Italia es crucial para nosotros, e iniciativas como ésta son esenciales para fortalecer aún más este importante vínculo», afirmó la Embajadora.