El pasado jueves concluyó la misión de la Embajadora de Italia en Chile, Valeria Biagiotti, a Copiapó, en la región de Atacama, y a La Serena, en la región de Coquimbo. Durante su visita, la Embajadora participó en la inauguración de FOREDE 2024, un importante evento empresarial organizado en Copiapó por CORPROA (Corporación para el Desarrollo de la Región de Atacama) para promover encuentros directos entre las principales empresas mineras de la región, grandes proveedores industriales, prestadores de servicios, empresas, pymes y la comunidad. En su intervención, la Embajadora destacó el enorme potencial de la región de Atacama, especialmente en el sector minero, deseando que la cooperación económica bilateral en la zona pueda seguir creciendo, gracias también a la presencia de una importante comunidad italiana históricamente arraigada en la región.
A continuación, la Embajadora Biagiotti participó en las iniciativas organizadas con motivo de la XXIV Semana de la Lengua Italiana en el Mundo en las Escuelas Italianas Giuseppe Verdi de Copiapó y Alcide De Gasperi de La Serena, llena de conferencias y encuentros con profesores y alumnos. «Visitar una escuela siempre es un momento de gran alegría porque nos permite entrar en contacto con la energía de los niños y recargarnos con su entusiasmo y positivismo, para volver con una sonrisa a nuestro trabajo diario», dijo la Embajadora, agradeciendo al personal docente y directivo por su trabajo y dedicación en la difusión de la lengua y la cultura italiana, “una de las herramientas fundamentales de que disponemos para mantener vivos y vitales nuestros lazos con Italia”.
En ambas ciudades, la Embajadora tuvo la oportunidad de reunirse con representantes de la histórica comunidad italiana, incluyendo a los miembros de la II Compañía de Bomberos de Copiapó «Pompa Italia», fundada el 7 de enero de 1952. Los primeros italianos llegaron a Copiapó en el siglo XIX, mientras que la presencia italiana en La Serena está ligada a un acuerdo entre los gobiernos italiano y chileno que permitió el traslado de las primeras 153 personas de origen trentino en 1951.
